jueves, 3 de junio de 2010

Concepto de Biodiversidad

El concepto de diversidad biológica o biodiversidad se refiere a la variedad de los seres vivos en lo referente al número, variabilidad genética y a los ecosistemas que los albergan. El concepto es un sinónimo de «la vida sobre la Tierra».

1. Niveles de la diversidad biológica:
La biodiversidad comprende la diversidad genética, de especies y de ecosistemas en nuestro planeta o en una determinada región.

· La diversidad genética representa la variación hereditaria dentro y entre poblaciones de organismos, cuya base está en los cromosomas.

· La diversidad de especies se refiere al número de especies presentes en un ecosistema y es sinónimo de «riqueza de especies». Hasta el presente se han descrito cerca de 1,7 millones de especies de seres vivos, pero se calcula que existan entre 5 y 100 millones.

· La diversidad de ecosistemas se refiere a la distribución espacial de los diversos ecosistemas (bosques, lagos, ríos, desiertos, etc.) y que albergan las especies y las poblaciones en forma de hábitat y comunidades vegetales y animales.

2. Cambios de la diversidad biológica: La diversidad biológica está sujeta a cambios en el tiempo y en el espacio.

Los cambios en el tiempo son verificables a través de los estudios de los fósiles desde el inicio de la vida en la Tierra. Estos cambios han sido continuos y seguirán producién­dose por la alteración en las condiciones de nuestro planeta. En el transcurso del tiempo han desaparecido especies y han surgido nuevas especies.

Los cambios en el espacio de la diversidad biológica dependen esencialmente de las condiciones oceanográficás y del clima. Se conoce que la diversidad de especies es mayor en las zonas cálidas y disminuye a mayor altitud y latitud (hacia los polos). Las zonas más ricas son las regiones tropicales, cerca de la línea ecuatorial y los bosques tropicales. Estos bosques cubren sólo el 7% de la superficie terrestre, pero albergan cerca del 90% de todas las especies vivientes.

3. Pérdida de la biodiversidad: La biodiversidad está sujeta a pérdidas, cuya expresión más crítica es la extinción de especies. Durante la historia geológica de la Tierra se han producido extinciones y este proceso continúa en la actualidad. La extinción de espe­cies es un proceso natural y todas las especies tienen un tiempo de vida finito. En los tiempos modernos la pérdida de la biodiversidad está siendo altamente influenciada por la especie humana en forma directa o indirecta.

· La extinción directa es causada por actividades humanas como la caza, la pesca, la reco­lección y la persecución, que llevan a la eliminación total de una especie. Por ejemplo, en el Perú se ha extinguido la chinchilla en los ambientes naturales por la caza excesiva para obtener su fina piel.

· La extinción indirecta es causada por actividades humanas que destruyen o modifican el hábitat de las especies. En este aspecto son de gran impacto la destrucción de la cobertura vegetal (tala, quema, sobrepastoreo, etc.); la contaminación de las aguas marinas y continentales, y del suelo; y las alteraciones ocasionadas por la urbanización.
TRES ASPECTOS DE LA BIODIVESIDAD (JERARQUÍAS):
1 LA DIVERSIDAD GENÉTICA

Cada especie viva posee en su estructura celular la información necesaria para transmitir a sus descendientes caracteres especiales, que se conocen como hereditarios, o sea, que se heredan de los progenitores.
Los caracteres hereditarios están contenidos en partes especiales de la célula, conforma­das por una cadena proteínica muy compleja conocida como ácido desoxiribonucleico (ADN), una molécula lineal compuesta de cuatro bases nucleótidas, que se combinan en miles de posibilidades a lo largo del ADN. Cada parte de la cadena del ADN, con una disposición característica de las cuatro bases, se conoce como gen, que es la unidad míni­ma de la herencia. Cada gen transmite una determinada característica hereditaria (color de los ojos, del pelo, forma de la nariz, etc.).
El ADN tiene la particularidad de duplicarse en cadenas iguales cuando la célula se divi­de. Las bacterias generalmente tienen una copia única de cada uno de los genes situada en una parte determinada delADN.

Los genes están ubicados lineal mente a lo largo de la cadena del ADN y en los organis­mos superiores existen hasta 50 000 de ellos. En los seres superiores el ADN de una célula está dividido en unidades separadas llamados cromosomas. Los seres humanos tienen 23 cromosomas diferentes. Estos cromosomas generalmente existen en dos copias en cada célula del organismo y éste es llamado entonces diploide: los seres humanos tienen en cada célula 46 cromosomas en 23 pares.
En la mayor parte de los organismos, que tienen reproducción sexual, una de las copias viene de la madre y la otra del padre. En esta forma las características diferentes de los padres se combinan en el descendiente, el cual no es absolutamente idéntico a los proge­nitores y estas diferencias se van transmitiendo a sus descendientes.
Las cadenas de ADN están sujetas a cambios, conocidos como mutaciones, que se produ­cen de diversas formas (recombinación, radiaciones, etc.). Estas mutaciones pueden ser letales o dar origen a caracteres de adaptación a las condiciones impuestas por el ambien­te (clima, resistencia a enfermedades, etc.), dando una ventaja a los individuos que po­seen determinadas características.

En la población de una especie no existen dos individuos que tengan la misma e idéntica información genética en el ADN, lo que se conoce como variabilidad genética. Las únicas excepciones son los de los gemelos idénticos.
La diversidad genética de las especies es el material base que les permite responder rápi­damente a los cambios que ocurren en el ambiente. La adaptación a estos cambios puede ser no adecuada y la especie tiene problemas que la pueden conducir a un camino hacia la extinción. Esto ha sucedido a lo largo de la historia geológica de la Tierra y muchas especies han desaparecido. Si la respuesta es adecuada a los cambios del ambiente la especie sobrevive y desarrolla características especiales, que pueden llevar a una nueva especie. Este proceso se conoce como evolución de las especies y que se produce, por lo general, en largos periodos de tiempo.

En la actualidad, por la influencia de las actividades humanas sobre el ambiente los cam­bios pueden ser tan violentos que muchas especies no logran adaptarse y desaparecen.
Los humanos, a lo largo del tiempo, han domesticado plantas y animales, y los han seleccio­nado y reproducido por ciertas características, lo que ha dado origen a formas, razas y varie­dades domésticas. Estas formas son importantes para la agricultura, la ganadería y la forestería.
¿Sabías que ... ? En la actualidad es posible manipular los genes y recombinarlos artificialmente, lo que se conoce como ingeniería genética, a fin de tener características deseadas en poco tiempo, y de esta forma obtener nuevas variedades.
Especies silvestres y domesticación

La domesticación de plantas y animales, a partir de especies silvestres, se inició en diferentes partes del mundo hace unos 12 000 años, cuando grupos humanos reco­gieron las semillas y capturaron animales, y comenzaron a sembrar y criar. El cultivo y la crianza impuso una selección artificial de las plantas y animales, que, a través de los siglos, llevó al desarrollo de cultivos y crianzas modernos, adaptados a ambientes artificiales.
Muchas de las especies de las cuales fueron seleccionados los cultivos y crianzas aún sobreviven en condiciones silvestres, al igual que otras especies muy emparentadas con ellas. Los genes de los parientes silvestres contienen características de especial vigor, que pueden beneficiar a las formas domésticas.
Desde el siglo XIX se inició un avance científico muy grande en el mejoramiento y la selección de las variedades cultivadas y de las razas criadas, dejándose de lado muchas formas y hoy la agricultura y la ganadería descansa sobre una base genética muy restringida. Por esto encontramos cinco categorías de recursos genéticos:
1. Parientes silvestres: ancestros comunes con las especies domesticadas, que han permanecido silvestres. Tienen una base genética muy amplia.
2. Razas y cultivares primitivos: las variedades locales fueron seleccionadas a través de muchas generaciones quedando en los lugares de origen formas más primitivas.
3. Cultivares y crianzas obsoletos: son las formas descartadas en las primeras épo­cas del mejoramiento genético.
4. Líneas avanzadas de mejoramiento, mutaciones y otros productos del mejora­miento genético: son el material básico y las líneas avanzadas de mejoramiento desarrolladas por mejoradores, donde se incluyen las formas en estudio.
5. Cultivares y crianzas modernos: son pocas formas de alto rendimiento y que se usan en la agricultura, forestería y ganadería. Tienen una base genética muy restringida.

El proceso de selección ha conducido a una alta uniformidad genética, que cons­tituye un peligro ante las epidemias y enfermedades. Los parientes silvestres con­tienen genes resistentes a plagas y enfermedades; pueden mejorar la productividad; dar mayor valor nutritivo y buen sabor, etc. Su conservación es fundamental como reserva genética para casos de emergencia y para futuros mejoramientos.
Los parientes silvestres y las formas locales, conservadas por comunidades humanas aisladas, tienen un alto valor económico, porque su uso puede incrementar la pro­ducción y ahorrar ingentes sumas de dinero en pérdidas por enfermedades y pla­gas. Por esta razón muchas grandes firmas internacionales buscan con ansiedad este material genético para hacer buenos negocios de semillas y razas nuevas.
Los parientes silvestres y las formas primitivas van desapareciendo (erosión genética) y se hace necesario conservar el material genético para posibles usos futuros. Esta conservación se logra de diversas formas:
· «Ex situ», o sea, fuera del ambiente natural en bancos genéticos: para esto se instalan bancos de semillas; bancos de embriones y esperma; cultivo de tejidos, etc. Esta forma es cara porque implica instalaciones costosas y sólo es posible conservar una parte de la variedad existente.
«In situ», o sea, en áreas naturales: para esto se establecen áreas protegidas y se trabaja con las poblaciones locales (agricultores) para conservar el material genético local. Este trabajo implica estudios de las formas y variedades existen­tes en los diferentes lugares. Implica apoyo y recompensa a los agricultores por el trabajo y esfuerzo que realizan para conservar el material genético.
2. LA DIVERSIDAD DE ESPECIES

En la actualidad la diversidad de especies de plantas, animales y microorganismo s es muy alta. Esta diversidad ha sufrido variaciones importantes a través de la historia geológica de la Tierra, como se puede comprobar por los fósiles.

La diversidad de especies se refiere esencialmente al número de diferentes especies pre­sentes en un área determinada (ecosistema, país, región, continente, etc.) y se conoce también como «riqueza de especies».
La distribución global de la diversidad de especies depende de varias condiciones:
· Los gradientes latitudinales: a menor latitud, o sea, con la cercanía hacia la línea ecua­torial, el número de especies aumenta, mientras que hacia los polos (mayor latitud) disminuye.
· Los gradientes de altitud: en los ecosistemas terrestres la diversidad de especies gene­ralmente disminuye con la altura. En los Andes este fenómeno es patente desde la Amazonía hacia las alturas andinas, donde cerca de la línea de nieves perpetuas el número de especies es más bajo.
· Los gradientes de precipitación: las zonas desérticas y áridas tienen menos diversidad de especies que las zonas más lluviosas. Esto en nuestro país se hace evidente compa­rando la diversidad de especies entre el desierto costero, las lomas y las vertientes andinas. El desierto costero tiene muy baja diversidad, que va en aumento en propor­ción directa con la precipitación.
Los estudios sobre la diversidad de especies a nivel local y global son aún incipientes, y se necesitan mayores datos. Se conoce una mínima parte de los seres vivos existentes y sólo para ciertos grupos (mamíferos, aves, reptiles, peces y plantas con flores) los conocimien­tos son bastante completos.
En base a la distribución de las especies a nivel local y mundial, y con fines de ubicar las áreas más importantes para conservación se determinan varios aspectos, con prio­ridad en:
· Centros de diversidad de especies: especialmente referidos a la diversidad de todas las especies; la presencia de especies endémicas, y la presencia de especies en situación crítica.
· Extinción de especies y áreas críticas: desde el siglo XVII es posible tener datos sobre extinción de especies y en los últimos decenios se ha recogido información más deta­llada al respecto. Se sabe que desde el siglo XVI se han extinguido unas 484 especies de especies conocidas. Del Perú se conoce la extinción de la chinchilla silvestre.
· Especies amenazadas de extinción: muchas especies están en camino a extinguirse por la pérdida y modificación de su hábitat; por la explotación; por la introducción de especies foráneas y por otras causas. A nivel mundial están listadas 12 000 especies de plantas y animales en peligro (2003) por la influencia de las actividades humanas.

En conclusíon
En lo referente a la diversidad de especies los datos referentes al Perú son aún bastante imprecisos, pero se sabe lo siguiente:
· Es uno de los países más destacados a nivel mundial en diversidad de especies, estando entre los primeros 5 considerados de megadiversidad.
· De las plantas con flores (Angiospermas y Gimnospermas) se conocen 17 143 especies de las que existen 5 354 endémicas (31.23%).
Se conocen unas 7 000 especies endémicas y como amenazadas 360 especies de plantas, 29 especies de mamíferos, 75 de aves, 6 de reptiles, 1 de anfibios y 1 de peces.
3. LA DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS

La Tierra comprende una enorme variedad de ambientes terrestres y acuáticos, desde los polos hasta la línea ecuatorial y desde las zonas costeras hasta las profundidades marinas. La clasificación de esta enorme diversidad es abordada por la biogeografía y la ecología.
El interés de clasificar los ambientes no es sólo teórico, sino que es de fundamental im­portancia para el manejo y la conservación de la biosfera.
Para tal clasificación se han acuñado una variedad de términos (comunidad, hábitat, ecosistema, bioma, reino, dominio, ecorregión) para establecer una jerarquía y poder mapear la distribución de la diversidad de ambientes.
En general, los intentos de clasificar las unidades ecológicas se basan en la identificación de las especies que se encuentran en ellas con una descripción de las características físicas del área, como el clima y la vegetación. Las unidades terrestres, por ejemplo, son identi­ficadas en base a las comunidades vegetales, o sea, áreas con composición y estructura similar de las especies vegetales.
Las clasificaciones existentes son numerosas y ofrecen divergencias considerables. Por lo demás los mapas confeccionados a nivel mundial para tal fin son muy generales y tienen muy poco valor a nivel nacional y local.

La clasificación más utilizada es desde un enfoque biogeográfico a nivel mundial, con detalles más elaborados a nivel nacional y regional.
En general se reconocen a nivel global 6 reinos de flora y 7 regiones de fauna.
América Central y del Sur pertenece a la región neotropical, que se divide en dominios y provincias biogeográficas. El esquema general para situar al Perú es el de Región, Domi­nio y Ecorregiones, y dentro de éstas determinar en detalle las condiciones locales.
1. Región neotropical
Dominio amazónico: Con las ecorregiones amazónica o selva baja, pacífica o bosque tropical del Pacífico, yungas o selva alta, páramo, y ecuatorial o bosque seco ecuatorial.
Dominio andino-patagónico: Con las ecorregiones de la puna, del desierto costero, y vertientes occidentales o serranía esteparia.
Dominio chaqueño: Con la ecorregión de la sabana de palmeras.
2. Región océanica
Dominio oceánico tropical: Ecorregión del mar tropical.
Dominio oceánico peruano-chileno: Ecorregión del mar frío de la Corriente Peruana. A partir de esta clasificación general es posible integrar una clasificación en base a biotopos y ecosistemas, aspecto muy poco estudiado y nada claro aún.
Por ejemplo, para la ecorregión del desierto costero se pueden distinguir las siguien­tes biocenosis o ecosistemas: ecosistema del desierto, ecosistema de ríos costeros, ecosistema de lagunas salobres, ecosistema de lagunas de aguas dulces, ecosistema de pantanos, ecosistema del algarrobal, ecosistema de gramadal, ecosistema de bosques de galería, ecosistemas de las lomas costeras (loma de árboles, de arbustos y hierbas, de suculentos, de cactáceas, etc.).

En conclusión La clasificación de los ecosistemas a nivel mundial y nacional es un gran reto y necesita del concurso de técnicas modernas.

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