domingo, 20 de junio de 2010

FACTORES DE LA BIODIVERSIDAD PERUANA

LA LATITUT
La ubicación tropical del Perú, cuyo territorio se inicie casi en la lÍnea ecuatorial, en la punta de Loreto denominada rio Gileppí, es
el tercer y más importante factor entre los que nos han condicionado a ser el país megadiverso que somos. Aunque los Andes no se hubiesen levantado y la Corriente de Humboldt no brindase un mar frío a estas latitudes tórridas, igual­mente albergaríamos una variedad muy alta de formas de vida porque esa es la característica que dis­tingue a los ecosistemas tropicales. EL calor, la humedad y la estabilidad climática, han propiciado en las la­titudes cercanas al ecuador la for­mación de los ecosistemas más diversos sobre la Tierra, destacando sobremanera los bosques lluviosos tropicales, que soportan, con mucha diferencia, más especies que ningún otro ecosistema.
Pero la conjunción en nuestro terri­torio de la latitud tropical que nos corresponde con los factores menos casuales de poseer una altísima cordillera que corre de sur a norte y una corriente marina con poder para enfriar medio país, han deter­minado la existencia no solo de un país diverso sino de un país Megadiverso, extraordinario por la 'riqueza de su flora y fauna e insuperado por el número de sus paisajes y ecosistemas. La riqueza cultural que trajo la presencia humana era una respuesta obligada. La respuesta que los peruanos
le dimos a un país maravilloso.

EL MAR
La Corriente de Humboldt que enfría el mar peruano de Tacna a Piura, y los vientos antici­dón1cos que la acompañan, son uno de los factores decisivos en
la generación de la variedad de climas ecosistemas y paisajes que caracteri­zan a nuestro país, Además de con­tribuir directamente con la sobre­saliente riqueza de su fauna marina, gesta en su seno oceánico el colchón de nubes que le impide a la costa ver el Sol en invierno y condiciona el clima templado y el carácter desértico de la costa peruana y la serranía adyacente, las que de otra manera hubieran sido un vergel tropical. Formado como con­secuencia del enfriamiento del aire cálido que flota sobre el océano, este techo esponjoso priva a una larga extensión de la costa y la sierra de la abundante energía solar propia del trópico, originando un fenómeno cl1mático conocido como inversión tér­m1c:a, Esta circunstancia, a su vez, deja a las masas de aire sumidas en una eterna parálisis, No siguen un curso ascendente, por tanto no se enfrían, y al no enfriarse, no liberan su preciosa carga en forma de lluvia. He ahí el origen del desierto costero y de la sequedad que afecta a toda la cadena occidental de los Andes hasta el norte del país, donde la corriente de aguas cálidas conocida como El Niño ejerce una influencia exactamente opuesta sobre la costa y las montañas. El resul­tado, también es antagónico. y, con sus manglares y sus bosques húmedos, Tumbes ya es otro mundo. Actuando en conjunto, ambas corrientes marinas multiplican las condiciones ambien­tales de un país cuya costa pudo haber sido una prolongaci6n de la geografía centroamericana.

LOS ANDES
La Cordillera de los Andes es el segun­do factor gravitante en la formación de nuestra heterogeneidad geográfica. Si los Andes tuvieran una dirección este-oeste, no seríamos ni la mitad de diversos. Pero como van de sur a norte, la latitud varía de punto en punto y cada kilómetro que recorre la acerca o la aleja del ecuador, dándole días más largos o más cortos, haciéndola más fría o más cálida, más húmeda o más seca. En suma, espacios vitales muy diferenciados que pueden apreciarse en la distancia que hay entre el desier­to altoandino de Moquegua, las punas húmedas de Ancash y la verde serranía de Piura, que tiempo atrás, incluso, soportó extensos bosques de altura. Han contribuido grandemente a la diversidad andina, las grandes alturas que alcanzan sus montañas, pues con ellas se extienden todavía más los pisos ecológicos que genera la gra­diente altitudinal. Conforme se asciende de los llanos verdes de la selva o los llanos acres de la costa, la temperatura, la humedad y la presión atmosférica se van alterando, a veces sin mucha discreción, generando a su paso espacios vitales tan desiguales como las formas de vida que alli se han desarrollado.
Enfrentada en su cara oriental a los vientos húmedos que provienen de la selva --los alisios-- y en su cara occi­dental a un bajo techo de nubes avaras que no sueltan su contenido, la cordillera ve duplicada sin querer la variedad de sus paisajes y ecosistemas. Ella misma, con la holgada anchura que alcanza en el altiplano, complejos ramales montañosos que generan bol­sones de aridez y la hondura en que cae en Cajamarca, donde se encuentra el punto más bajo de toda la cordillera, de Colombia hasta Chile, genera aún más paisajes y condiciones para nuevas formas de vida.

23 comentarios:

  1. No seas pendej@ quieres que me queme en ojo o que chucha pero esta bien

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  2. No seas pendej@ quieres que me queme en ojo o que chucha pero esta bien

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  3. No seas pendej@ quieres que me queme en ojo o que chucha pero esta bien

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  6. gracias por la informacion, pero me costo verla aunque gracias

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  8. Me sirvió la información pero me costo un poco verla porque era de color amarillo resplandeciente

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  9. Dios, ta bien, pero me duelen los ojos

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  10. Encontré una manera de leerlo sin que nos exploten los ojos, solo selecciónenlo y listo, las letras blancas se ven bien en el fondo azúl.

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